martes, 21 de enero de 2014

27.Y que después de algo bueno, viene algo mejor...

Dejando a Sra. W. camino por la plaza y me encuentro con dos Sres. mayores que piden un pucho. Y como tengo ganas, me detengo a conversar... en realidad a escucharlos, porque tienen ganas de enseñar. Me preguntan de mi vida y yo respondo que todo ok... ¿Sabe qué? con todo respeto, ¿le puedo decir unas palabras? Si, claro, les digo y pienso: este es un minuto de gracias diosito... Escucho... Yo con la vida, señorita, con todo respeto... he aprendido que siempre uno piensa que está bien, pero no; siempre viene algo mejor... Ya... les sigo yo... Si poh señorita, uno piensa que la cuestión es buena, pero no. No se lo crea porque uste' en "cuerpo presente" va a pensar que no hay nada más que hacer poh señorita, pero yo le digo, por favor... siempre hay algo mejor... no se conforme señorita... con todo respeto se lo digo... acá el compañero le va a decir lo mismo, porque eso es lo que nos une señorita... porque nosotros sabemos que va a venir algo mejor...


lunes, 13 de enero de 2014

26. Enero que no termina...

Cuando era más joven me encantaba enero, porque era el inicio de las vacaciones. Con el paso de los años se ha convertido en una de los meses donde más tenemos que trabajar: informes finales, correcciones finales, poner notas, reuniones de evaluación y de programación!!! En fin. 

Todavía conservamos el mes de febrero como vacaciones. No obstante, ya me entré a preocupar cuando hoy veo mi correo y me encuentro con un mail donde me preguntan si puedo participar en los exámenes de grado durante la última semana de Febrero. Obviamente, respondí que NO.

Ya no sé mucho qué hacer con los límites. El sistema está superando cualquier racionalidad. Trabajo sábados y domingos. Parto la semana agotada y siento que todo lo hago a media máquina. Al final, siento que los únicos espacios de esparcimiento se están convirtiendo en salir a tomar un trago con los amigos/as. No puede ser. No me gusta que sea así. 

Es importante hacer una gran cambio aquí. 

viernes, 10 de enero de 2014

25. Incomunicados en la era de la información.

Habiendo tantas nuevas herramientas y medios para comunicarse, es evidente que la comunicación entre las personas va en retroceso. No puedo entender que una persona no conteste o devuelva una llamada perdida, especialmente si existe una necesidad, un lazo o lo que sea en común. No entiendo que alguien no responda un simple correo en el que se le pregunta algo. No entiendo que un grupo de amigos estén sentados compartiendo una mesa cada uno revisando su teléfono sin parar. No entiendo, no entiendo. 

O sea, si entiendo parcialmente, pero me niego a aceptarlo. Nuevamente apelo a la falta de empatía, de compromiso y de responsabilidad con los otros que se extiende por estos tiempos como si fuera una densa y brumosa nube hasta hacernos desaparecer. Y nos hará desaparecer ni siquiera para volcarnos sobre nosotros mismos de manera reflexiva, sino sólo para escondernos detrás de una pantalla cualquiera, desde el anonimato y el escarceo virtual, para convertirnos cada vez más e inevitablemente en entes aislados, mofletudos y con una corteza cerebral absolutamente plana, es decir, en gusanos. Babosas, para ser más exacta.  

martes, 7 de enero de 2014

24. Paradise Love: Señoras postmodernas.

Esta es una película de señoras europeas postmodernas, que buscan satisfacerse utilizando canales que tradicionalmente están asociados a lo masculino... en un contexto de explotación que obviamente trasciende al género.

Me pareció interesante desde varios ángulos. Para efectos de este blog, me centro en la sensación de que muestra un mundo que podríamos entender como "al revés": señoras utilizando a hombres jóvenes como objetos, explotándolos y también a su contexto. Puede pensarse incluso que sigue siendo machista, aunque parece querer ser lo contrario, de tan cruda en la mirada de las motivaciones y los vacíos que aquejan a las protagonistas.




23. Peripecias.

Conversando de música con uno de mis concuñados (alerta señora, saberse los nombres de los parentescos es muy propio de la etapa), terminé diciendo que no sé por qué en este último tiempo me gustaban muchos grupos que claramente son para un segmento más joven, pero él no me pescó, no me entendió. Repetí esta observación en otro contexto, cuando un vejete amigo estaba escuchando una música de vejete y él me dijo que lo mío si que era señal grave de vejez. Y me cagó. 

Me pasó también que me dieron unas ganas tremendas de bailar con todo lo que se llama cuerpo y me di cuenta de que no me da el cuerpo ni la motivación para hacerlo de la manera en que desearía. Es que estoy apanicada de bailar como señora y peor, como señora loca.

Y finalmente me pasó que me puse a intrusear en el Facebook (cosa que no hago nunca) y me encontré con una que siempre fue cuática y que resulta que de señora también lo es. Y pensé que hay cosas de las que ella hace que a mi me gustaría haber hecho cuando más joven, pero que la verdad es que no soy tan liberal ni tan cuática, ni nunca lo fui. Y llegué a la conclusión de que a fin de cuentas soy sólo una niña buena... corrijo: Una señora buena, con una gran imaginación. 


22. Propósito de Año Nuevo.

Ser más con menos. 

domingo, 5 de enero de 2014

21. el tesito de media noche.

Hace unos días estaba lateada porque me sentía un poco obligada a reunirme con la señora K. y quise inventar un chamullo para evitarlo, pero al final igual me hice cargo. Tengo que confesar que me hizo bien porque pude hablar de mis preocupaciones y pude empatizar con las problemáticas de una hija menor.

Mi hermana se casa el próximo mes y he evitado hablar con ella todo este tiempo. No sé muy bien qué es lo que me pasa, pero la cosa es que permanentemente busco excusas para no quedarme sola con ella. Estos días he sentido que las cosas no andan muy bien. Nuevamente tengo esa extraña sensación de sentirme sola pese a estar bien acompañada y, sobretodo, tiendo a evaluar que la vida que estoy viviendo, es un "deber ser" más que un "querer ser".

Me siento como pagando una suerte de castigo por querer imaginarme que las cosas pueden ser distintas o mejores. No había pensado que esto podía tener que ver con el estado de señora, hasta que hoy, conversando con mis padres, nos acordamos de la época en que yo me iba a casar. 

"Yo no me acuerdo cuando tú estabas preparando tu matrimonio, como que no pasaba nada" soltó en segundo mi mamá. Me sorprendí; me dio un poco de pena y le recordé que en esa época ya no vivía con ellos. Ahora pienso que en ese tiempo también me sentía sola. No estaba segura de si lo que estaba haciendo era algo que quería o si más bien, era lo que tenía que hacer porque tenía que dejar "mi convivencia". 

No me arrepiento de esas decisiones, pero sí me preocupa esta rara sensación de "arrepentimiento" frente a las opciones. ¿Será que ya no me siento con tiempo ni ganas para empezar de nuevo? O puede ser que justamente es el minuto de evaluar algunas cosas; por ejemplo, mi trabajo. 

Hay señoras que están barajando otras opciones de vida; a lo mejor es hora de contagiarse con nuevas posibilidades de ser.