jueves, 28 de noviembre de 2013

19. Fiestas de fin de año...

Un problema, asociado al post anterior, es que en estas fechas se vive una suerte de obligación respecto de pasar navidad y año nuevo con la familia. Al igual que mi amiga, quiero a familia, pero también suelo sentirme mal cuando paso alguna fiesta con ellos. No sé muy bien cómo, pero siempre termino peleando con mi madre y sintiéndome gorda, fea, vieja, etc. 

Este año, me propuse hablar con ellos y recordarles el "pastelito" del año nuevo anterior, pero hasta ahora no me atrevo hacerlo explícito. A lo más, les digo voy a ver, les cuento la próxima semana... Me siento "culpable" de abrir nuevamente un conflicto y, como al final, ya se me pasó, encuentro que es una maldad someter a esa situación nuevamente a mi madre (que en su estilo, ya me pidió perdón).

Y también está el tema de la familia del pololo, aunque en mi caso, afortunadamente todavía está la alternativa de optar por estar con ellos o no. Y también me da lata. Tal vez tiene que ver con que termino haciendo lo que se me impone desde fuera, nadie me pregunta, sólo me cobran y, siento, que lo que pago no compensa la situación (no es dinero, es un cobro emocional, por si). 

Me gustaría poder estar con mis amigos/as, hacer algo que me guste verdaderamente. Una comida a nuestra pinta, puchos, música y bebestibles ad-hoc; conversa, pucho, postre... y, si sale, bailoteo ¿Qué me detiene? Pucha la señora pa' neurótica. 

2 comentarios:

  1. Yo opino que parte de lo bueno del estatus de "señora" es que las "señoras" pueden decidir qué hacer y no hacer con su tiempo. Y como señora amiga apoyo la moción de pasar las fiestas con quien quieras, como quieras. Nadie va a morir por eso.

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